Bangkok, 2 de mayo de 2025 – Los sectores económico y bancario de Tailandia se preparan para un año turbulento, ya que las perturbaciones del comercio mundial, las presiones fiscales internas y una reciente rebaja de la calificación de Moody's ensombrecen las perspectivas de crecimiento.
La decisión de la agencia de calificación de cambiar la perspectiva de la calificación soberana de Tailandia de "estable" a "negativa" el 29 de abril de 2025, seguida de una rebaja similar para siete importantes bancos tailandeses, ha generado preocupación sobre la capacidad del país para afrontar los crecientes desafíos. Con los aranceles estadounidenses, la lenta recuperación del turismo y los altos niveles de deuda de los hogares como un lastre, los analistas advierten que el crecimiento económico de Tailandia podría caer hasta un 1.6 % en 2025, muy por debajo de las proyecciones anteriores.
La economía tailandesa, fuertemente dependiente de las exportaciones y el turismo, enfrenta dificultades. El Banco Mundial recortó recientemente su pronóstico de crecimiento del PIB para Tailandia en 2025 del 2.9 % al 1.6 %, el más bajo entre los países de la ASEAN, debido a la desaceleración del comercio mundial, el retraso en los desembolsos del presupuesto fiscal y el aumento de la deuda pública, que se proyecta alcanzará el 64.6 % del PIB. El Banco de Tailandia (BOT) y el Ministerio de Finanzas también han revisado a la baja sus estimaciones: el BOT proyecta ahora un crecimiento del 2 % en el mejor de los casos, mientras que el Ministerio de Finanzas prevé un 2.1 %.
El principal factor de esta rebaja es la imposición de un arancel estadounidense del 36% a los productos tailandeses, anunciada por el presidente Donald Trump el 2 de abril de 2025, que amenaza con perturbar la economía tailandesa, impulsada por las exportaciones. Las exportaciones, que representan una parte considerable del PIB, experimentaron un aumento temporal del 17.8% en marzo de 2025, ya que las empresas se apresuraron a enviar sus productos antes de que los aranceles entraran en vigor, pero los analistas pronostican una fuerte caída en el segundo semestre del año.
A pesar de estos desafíos, el gobierno se mantiene optimista, destacando la aceleración de los desembolsos presupuestarios y las medidas de estímulo, como el controvertido programa "Monedero Digital", que busca impulsar el consumo mediante transferencias de efectivo. El Ministerio de Finanzas afirma que estas políticas podrían impulsar el crecimiento más allá de las previsiones actuales, con un crecimiento del PIB del 3.2 % en el cuarto trimestre de 4 como prueba de su eficacia. Sin embargo, los críticos, incluido el opositor Partido Popular, argumentan que el estímulo es una solución temporal que no aborda los problemas estructurales, y su elevado coste fiscal —estimado en 2024 145 millones de baht (0.8 % del PIB)— plantea dudas sobre su sostenibilidad a largo plazo.
La rebaja de la calificación crediticia de siete instituciones financieras tailandesas por parte de Moody's, incluyendo importantes bancos como Bangkok Bank (BBL), Kasikornbank (KBank) y Siam Commercial Bank (SCB), refleja los crecientes riesgos en el sector bancario. La agencia mencionó el deterioro del entorno macroeconómico, agravado por los aranceles estadounidenses y la incertidumbre global, así como la lenta recuperación de Tailandia tras la pandemia. Los bancos tailandeses, que ya lidian con un débil crecimiento de los préstamos y un aumento de los préstamos morosos (NPL), se enfrentan a una mayor presión debido a un posible debilitamiento de la capacidad del gobierno para brindar apoyo en caso de crisis.
En septiembre de 2024, el total de préstamos morosos alcanzó los 1.2 billones de baht, un aumento interanual del 14%, impulsado por los altos niveles de deuda de los hogares, que representan el 89.8% del PIB. El Banco de Turquía (BOT) ha expresado su preocupación por esta tendencia, y el gobernador Sethaput Suthiwartnarueput ha destacado los riesgos que representan la deuda de los hogares y la deuda pública, que se situaba en 12 billones de baht (64.2% del PIB) en febrero de 2025. En respuesta, el BOT redujo su tipo de interés de referencia en 25 puntos básicos, hasta el 1.75%, en abril de 2025, su tercera reducción en un año, para estimular el crecimiento y aliviar los costes de financiación.
El banco central también está implementando una segunda ronda de medidas de alivio de la deuda, ofreciendo tasas de interés más bajas y condonaciones de deudas para apoyar a hogares y pequeñas empresas. Sin embargo, los analistas advierten que la prolongación de las bajas tasas de interés podría debilitar el baht tailandés, incrementando los costos de importación y la inflación, que se proyecta se mantendrá moderada en el 0.8 % en 2025. Una depreciación del baht podría beneficiar a los exportadores, pero corre el riesgo de presionar aún más a los hogares que dependen de bienes importados como el petróleo.
Los problemas económicos de Tailandia se ven agravados por problemas estructurales, como la disminución de la competitividad en el sector manufacturero y en las pequeñas y medianas empresas (pymes). La industria automotriz, un sector exportador clave, enfrenta presiones tanto de precios como de demanda, mientras que las pymes se enfrentan a un acceso limitado a la financiación y a la competencia de las importaciones chinas baratas. El Banco Mundial afirmó que impulsar la productividad del sector privado mediante la adopción de tecnología y la innovación es fundamental para que Tailandia mantenga su competitividad, en particular a medida que sus pares regionales intensifican sus esfuerzos de innovación. El papel de Tailandia en las cadenas de valor regionales la hace vulnerable a las disrupciones, y el aumento de los precios del petróleo podría inflar aún más los costos de producción y transporte. El Banco de Tailandia ha enfatizado la necesidad de fortalecer la estabilidad financiera, señalando que, si bien las reservas internacionales de Tailandia son sólidas, se recomienda cautela dadas las crisis pasadas, como la crisis financiera asiática de 1997-1998.
El primer ministro Paetongtarn Shinawatra se ha comprometido a restaurar la confianza de los inversores e impulsar un crecimiento sostenido, desestimando la rebaja de calificación de Moody's como una reacción exagerada que ignora las negociaciones comerciales en curso con Estados Unidos, programadas para mayo de 2025. El gobierno confía en la inversión pública, que alcanzó en 72 el 2024 % de la inversión total, su máximo histórico, para crear empleo y estimular la demanda. Otras iniciativas incluyen la promoción del turismo creativo, como atracciones en interiores para contrarrestar los impactos del cambio climático, y la diversificación de los mercados de exportación, con Suiza como socio clave.
Para abordar el crecimiento a largo plazo, analistas como Kobsak Pootrakool del Bangkok Bank instan al gobierno a apuntar a un crecimiento anual del 3-4% a través del desarrollo de infraestructura, industrias de alto potencial e inversión en capital humano. Como señaló el vicegobernador del BOT, la política monetaria sigue siendo “algo acomodaticia”, con margen para una mayor flexibilización si es necesario, pero el camino hacia un crecimiento sostenible sigue plagado de incertidumbre.
Crédito de la foto: The Pattaya News, fotos recientes de eventos y tráfico en Pattaya.